La industria de producción de leche viene sufriendo diversas afectaciones por cuenta de la caída del consumo, que obedece, principalmente, a la menor capacidad adquisitiva de los colombianos.
Ana María Gómez, presidenta Ejecutiva de la Asociación Colombiana de Procesadores de la Leche (Asoleche), explicó los retos que tienen en esta materia, y sobre cómo está el ambiente en las empresas agremiadas.
Mencionó las expectativas que tienen con el congreso anual del gremio, que se celebrará del 5 al 6 de junio en Medellín, el cual contendrá las medidas y soluciones para afrontar la situación de los lácteos en el país.
¿Cómo ve el comportamiento de la industria en el país?
Venimos de un par de años que han sido desafiantes, particularmente por el descenso en el consumo. Para el 2022 en leche y sus derivados el consumo cayó en un 9% y en 2023 bajó un 6%. Este año tenemos mejores noticias, aunque no se ha consolidado un aumento otra vez, pero estamos hablando de que subió más o menos un 1% o 1,4%
¿Por qué está cayendo ese consumo?
Obedece al tema de capacidad adquisitiva del consumidor colombiano, es decir, fenómenos inflacionarios. Todo lo que estamos viendo tiene impacto en la canasta familiar y leche y sus derivados no ha sido ajeno a eso.
También, por las tendencias nutricionales que se han puesto de moda con las bebidas de origen vegetal. No hablamos mal de otras alternativas, pero sí es importante aclarar que esas bebidas no son leche.
Estamos viviendo un fenómeno en el sector lácteo parecido a lo que le pasó al huevo hace unos años. Pero toca trabajar con la información. Hoy tenemos nutricionistas, médicos especialistas en el tema, y claramente hay una población donde definitivamente hay intolerancias a la lactosa o hay alergias. Pero no la característica general de toda la población.
¿Cómo contribuye el sector?
Un vaso de 250 mililitros de leche al día cubre las necesidades de proteína de un niño casi al 48%, y en un país como Colombia somos parte de la solución y esa es una alternativa, todos los programas de nutrición, de seguridad alimentaria, tienen que volver los ojos y ver hacia la leche y sus derivados.
El año pasado se alertó de escasez de leche. ¿Los afectó?
La disponibilidad de leche en Colombia obedece mucho al tema del fenómeno climático. ¿Qué pasó el año pasado? Se esperaba un fenómeno de El Niño más fuerte de lo que realmente fue, entonces la industria se sobreabasteció de productos de leche en general.
Como no terminó siendo tan fuerte el fenómeno, eso comenzó a generar un efecto en cadena. Esto se refleja en el tema de costos, disponibilidad, precios al consumidor. La disponibilidad de la industria de comprar la producción es el eslabón primario.
El sector es objeto de críticas por el lactosuero. ¿Qué opinión tienen sobre esto?
El lactosuero, a pesar de lo que se ha construido como mito urbano, no es ningún veneno, todo lo contrario, es un subproducto del procesamiento de la leche que tiene unas características nutricionales importantes y eso hay que decirlo.
Este subproducto es materia prima de muchísimos rubros de la industria alimenticia. Desde galletas, confitería, chocolates, alimentos para deportistas, quesos y hasta salsas.
El tema importante acá es de información al consumidor y de no engaño. Definitivamente no apoyamos, todo lo contrario, rechazamos que se venda como leche una bebida láctea, que termina siendo bebida láctea porque se ha adicionado con lactosuero. Eso es engaño al consumidor y eso no se debe hacer.
¿Se tomaron medidas?
Como industria somos los primeros en apoyar las medidas que ha tomado el Gobierno regulando los límites máximos que puede tener del lactosuero la leche. La leche en su estado natural tiene un límite de este subproducto presente.
Las autoridades colombianas, Invima e ICA, hicieron un trabajo muy juicioso determinando para la leche colombiana cuál es ese límite máximo. Vemos una oportunidad y estamos tratando de trabajar con el Invima para que los protocolos sean mucho más detallados, porque ahí es donde se ha encontrado que no hay claridad. Esto pensando en esas funciones de inspección, vigilancia y control.
Los productores han alertado afectaciones por el tema del precio, ¿Qué papel tienen ustedes?
Desde Asoleche estamos proponiendo una mirada integral a toda la cadena. El sector lácteo tiene una particularidad y es que solemos con frecuencia dividirnos en los eslabones de la cadena.
A nosotros sí que nos afecta el tema de la situación de los productores. Hay un fenómeno importantísimo que determina mucho de la complejidad que tiene este sector en Colombia y es la altísima informalidad. Del 100% de la leche que se produce en Colombia, casi el 50% es informal.
Como industria formal, nuestra capacidad de comprar primero y procesar está marcada por el final de la cadena, que es el tema de consumo. Muchas de las industrias han sido muy responsables con el productor y a veces sin necesitarlo compran, pero eso dejan plata congelada en las estructuras de costo de la industria.
Pero, llega un punto cuando el consumo no está activado y no se puede vender lo que procesas. No estás en capacidad de comprarle más al productor y ahí vienen estos problemas.
Del 50% de producción de esta cadena que es formal, entre el 2021 y el 2023 la industria pagó un precio acumulado que se aumentó en 90% al productor y es cierto que a partir del segundo trimestre del 2023, comenzó a caer un poco el precio que se le paga al productor porque hubo una relajación en todos esos factores de estrés.
En Asoleche y las industrias que están afiliadas somos formales y nosotros sí cumplimos con el pago de ese precio, pero la discusión va mucho más allá del valor, sino en cómo qué se puede acortar esa brecha de informalidad tan grande que tenemos, y esto se hace mejorando productividades, condiciones sanitarias, calidades de la leche, es decir, fortalecer esta cadena.
Con la economía del país resentida, ¿cómo ve el ambiente de las empresas?
Además del tema del consumo, la industria se ha enfrentado a un par de impuestos adicionales de carga impositiva que vuelve a complejizar y hace más pesada la estructura de costos de la industria. Son el de ultraprocesados y plásticos de un solo uso.
Este año vimos una oleada interesante de promociones al consumidor. Es un esfuerzo grande y se alcanzan a ver algunos efectos positivos, pero no definitivos, por el tema de consumo y de la no disponibilidad que tenga la gente de pagar lácteos y sus derivados.
La industria trabaja en mucha innovación y en diversificar el portafolio con distintos tipos de productos para que pueda llegar por estrato también de consumidor. Esto se trata de una solución integral.
Como sector lácteo tenemos un rol muy importante que jugar, donde le peguemos al tema de nutrición y definitivamente a lo que robustezca el resultado financiero, de negocio, para toda la cadena hacia atrás.
¿Se han acercado al Gobierno?
Como gremio tenemos una muy buena relación con el Gobierno. Hemos estado trabajando mancomunadamente, porque hemos tenido proyectos como el de Soberanía Lechera, con el Ministerio, que contribuyen.
Este proyecto tiene dos objetivos. Uno es autoabastecer el mercado colombiano, porque es importante el tema del 100% del consumo nacional, nosotros solamente somos capaces de producir el 89%, el resto es importación. Y dos, la formalización y mejora de la productividad y agroindustrialización del pequeño productor.
Ha sido interesante la interacción porque el Gobierno nos plantea estos objetivos que le corresponden y nosotros como industria, ¿qué estamos aportando?: el expertise.
¿Qué expectativas tienen con el congreso?
Estamos muy emocionados y con mucha expectativa para el Congreso porque lo hemos planteado en esa línea de integración como cadena, para incentivar el consumo y mejorar la nutrición. Trajimos expertos internacionales como por ejemplo al profesor, Haotian Zheng, de la Universidad del Estado de Carolina del Norte, que nos va a hablar de usos alternativos de la proteína de leche.
También estará Laurent Damiens, miembro del directorio de la Federación Internacional de Lácteos (FIL) que sabe del tema de cómo se mercadea y cómo se posicionan hoy en día los productos lácteos.
Además, un panel que a mí personalmente me emociona mucho. Colombia ya tiene dos denominaciones de origen en quesos y estamos invitando a cinco productores de quesos netamente colombianos: paipa, costeño, momposino, antioqueño y Caquetá, para que nos cuenten el origen de esos y cómo sus industrias crecieron alrededor de este producto.
Tomado de: www.portafolio.co